Sámara suena salsa y música de olas. Los bares en la arena guarecen entre las palmeras que combinan con las aguas turquesas. Muchos leen a la sombra, otros al sol. Las tablas no se cansan del juego de los jóvenes. Nada hay que no sea invitación al descanso.
Realmente ... no sienten que estan en el paraiso!que belleza,el color cielo,agua,nubes,todo se asemeja.El sol cae como en Mte.Hermoso.
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